“De conjunto, la
parapolítica apareció en las últimas décadas como un recurso espurio del
establecimiento o del régimen para sostenerse o defenderse frente a
contestatarios de distinto tipo, esto es, como un fenómeno de ilegalidad y
criminalidad y termina envolviendo a miembros y a grandes porciones de la
fuerza pública, funcionarios y autoridades públicas, esto es, comprometiendo al
Estado en todos sus niveles: local, regional, nacional..."
Colombia ha sido
uno de los países latinoamericanos que ha sido reconocido por su historia
política, caracterizada por corrupción y violencia, que día a día alimentan su
imagen ya en detrimento frente a la comunidad internacional. A partir de los
años noventa, con el gobierno de Ernesto Samper Pizarro se empezó a vivir una
impactante oleada de corrupción asociada con los nexos de políticos con los carteles
de narcotráfico, específicamente los del valle. Esto terminó en uno de los
procesos más vergonzantes para Colombia, llamado el proceso 8.000, en el cual
el se abrió contra el presidente de la republica una investigación judicial que
sin embargo terminó con la absolución de este a pesar de todas las pruebas.
En la actualidad
las cosas no han cambiado mucho respecto a la situación política del país, es
más si se dijera que están peores que nunca no habría mucho que discutir. Desde
el 2006 y debido a la ley de justicia y paz, se ha abierto un nuevo proceso
judicial contra la corrupción de políticos denominada coloquialmente
“parapolitica”, pues se refiere a las alianzas ilegales de estos funcionarios
públicos con los miembros de los grupos armados paramilitares (AUC). Como
consecuencia de esto hay más de 60 políticos siendo investigados por la Corte
Suprema de Justicia y más de 30 en la cárcel.
Las consecuencias
de este nuevo escándalo político han sido devastadoras, y hasta se puede decir
que la “parapolitica” ha tenido efectos mucho más negativos en el gobierno, en
términos de legitimidad e imagen frente a la comunidad internacional, que el
mismo proceso 8000 y otras investigaciones por corrupción.
Esto se debe
principalmente a tres factores: el intercambio de favores entre políticos y
paramilitares que causa una crisis institucional y la ilegitimidad en los
mecanismos electorales nacionales, la afectación de la actividad legislativa
por el conflicto de intereses entre legisladores y paras, y por último la
imagen tan desfavorable que ha generado este problema frente a la comunidad
internacional.
En primer momento
se habla de un intercambio de favores entre los políticos de todo el país con
estos grupos armados de ultraderecha, por un lado estos funcionarios públicos
les daban un tipo de representación política y desviaban dinero para financiar
sus acciones terroristas. A cambio, los miembros de la AUC, por medio de las
armas, provocaban intimidación y miedo a la población para que votaran por
determinado candidato en las elecciones.
Esto causa
irregularidades en los mecanismos de elecciones nacionales, puesto que como se
mencionó los paramilitares a través de las armas, amenazas y otros medios
arbitrarios obligaban a la población de las distintas zonas del país votar por
determinado candidato que cuando fuera elegido le devolvería el favor.
Debido a esto se
atenta contra el principio democrático consagrado en la constitución política
de Colombia que legitima la acción de los gobernantes, pues es el pueblo como
soberano quien tiene derecho de escoger libremente y sin ningún tipo de
coacción a sus representantes, quienes van a representar sus intereses. Cuando
se vulnera este principio que es determinante para un Estado de derecho como
Colombia se habla de un gobierno arbitrario e ilegitimo.
Con la
incautación del computador de “Jorge 40”, uno de los jefes paramilitares más
representativos, se logro conocer muchos de los crímenes contra líderes
sociales de la costa atlántica y las alianzas de diferentes políticos como
alcaldes, gobernadores y aspirantes a congresistas, entre otros, con el
propósito de obtener poder político. Estos hechos desencadenaron en diferentes
masacres, asesinatos y un número aun desconocido de congresistas y otros
servidores públicos elegidos con la influencia paramilitar.
De igual forma,
con el conocimiento de algunos documentos como el acuerdo de Ralito, Casanáre y
Medellín se pudo evidenciar como los diferentes políticos colombianos en
conjunto con los paramilitares tomaban decisiones que versaban sobre el manejo
político del país con el propósito de “construir un nuevo pais”. Estos pactos
fueron fruto de las múltiples reuniones ilegales que mantuvieron durante un
largo tiempo estos funcionarios públicos con los miembros de la AUC.
“Conciudadanos
como enuncia nuestro preámbulo; "el pueblo de Colombia, invocando la
protección de Dios, y con el fin de fortalecer la unidad de la Nación y
asegurar a sus integrantes, la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia,
la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz " (1) hoy nos confiere
la irrenunciable tarea de refundar nuestra patria, de firmar un nuevo contrato
social.
Todos los aquí
presentes hoy asumiremos el compromiso de garantizar los fines del Estado:
"Defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y
asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo". (2)
Construir esta nueva Colombia…”
En este fragmento
del pacto de ralito muestra lo increíble que sucede en Colombia; que la
dirección y el poder político son compartidos con un grupo narcoterrorista, y
que de esto surjen documentos firmados por los políticos y estos individuos
armados que versen sobre decisiones que supuestamente deben de tomar nuestros
representantes legítimamente, es decir sin ningún tipo de influencias o
intereses de por medio.
La “parapolitica”
de igual manera, ha afectado gravemente la actividad legislativa, puesto que
hasta lo que va del 2008 van 63 congresistas vinculados con este proceso
incluida la presidenta del congreso Nancy Patricia Gutiérrez y Mario Uribe, el
primo y una ficha esencial para las campañas políticas del presidente de la
republica.
A la hora de
aprobar proyectos de ley ha habido un conflicto de intereses entre los
legisladores, ya que estos al tener acuerdos con los paramilitares dejan que al
campo legislativo se traspasen todos sus intereses, viciando el ejercicio de
sus facultades. Hay que tener en cuenta que la actividad legislativa es
primordial para cualquier Estado, ya que es la que establece las reglas de
juego políticas, económicas, sociales y culturales, que rigen un país. Y si la
mayoría de “parapoliticos” pertenecen a la rama legislativa quiere decir que
hay una crisis gubernamental e ilegitimidad, pues “la legitimidad no nace de la
popularidad. Nace del apego a las normas, no de su violación. Es a partir del
respeto a las leyes y las reglas del juego político como, con sus acciones, los
gobernantes van construyendo su legitimidad”
Actualmente hay
una crisis en el congreso, que se quiere solucionar por medio de una reforma
constitucional o política, asamblea constituyente y con la imposición de
sanciones a los partidos. Sin embargo se ha solucionado muy poco, y el
resultado de estas medidas ha sido el de producir un enfrentamiento entre los
poderes del Estado (judicial- legislativo- ejecutivo).
Todo esto
conlleva a la afectación de la ya mala imagen del gobierno colombiano, frente a
la comunidad internacional, hasta el punto de afectar los tratados
internacionales como el TLC con Estados Unidos. La presidenta del congreso de
los Estados Unidos expreso en el 2007 que la aprobación de este tratado queda
condicionada al avance de las investigaciones de los nexos entre las
autoridades colombianas.
El escándalo de
la parapolitica deja muy mal parado a Colombia en cuanto a las relaciones
internacionales, debido a que los otros países no quieren negociar con un
gobierno corrupto e ilegitimo, afectando gravemente la economía del país que
necesita de estas negociaciones con la comunidad internacional para poder
estabilizarse.
A pesar de que se
ha demostrado que la “parapolitica”, es un fenómeno político que ha tenido
graves consecuencias en términos de legitimidad e imagen del gobierno, muchos
pensarán que se trata de una herramienta utilizada por los medios de
comunicación para generar conmoción y debilitar la popularidad del gobierno.
Sin embargo, son claros los efectos que este escándalo ha producido y que
seguirá produciendo en el campo político, que descartan el que sea sólo una
estrategia publicitaria.
Finalmente, la
parapolitica se configura como un proceso político que ha producido estragos
muy graves en todas las esferas gubernamentales, siendo una de las principales
fuentes de ilegitimidad y corrupción, que afecta determinantemente la imagen
del país frente a los demas países. Es de gran importancia conocer sobre este
problema ya que genera varias implicaciones que nos afectan a todos, pues
nuestro futuro se encuentra en las manos de la clase política dirigente,
quienes deberían de representar adecuadamente nuestros intereses. Y si no lo
están llevando a cabo, y se están viendo involucrados en actividades ilegales,
es nuestro deber como pueblo soberano no ignorar lo que esta pasando, teniendo
una actitud crítica frente el problema que ayude a resolución del mismo.